Quiero compartirte tres pensamientos a través de este medio. Yo sé que no me vas a leer, y puede que eso sea lo mejor, pero sólo quiero compartir mi sentir. Primero que nada, una disculpa por ser un adolescente con sus rabietas de niño. Sigo teniendo 18 años, y siempre seré un inmaduro a tus ojos. Con cierta razón, nunca podré ser más maduro que tú porque me doblas la edad y triplicas mi experiencia en el mundo. Hoy fui un tonto, pero tal vez no lo hice por nuestra breve conversación, lo hice por algunas conductas que me habían molestado a lo largo del año. El punto es que fui un estúpido que no pudo pensar por la fiebre del momento.
Imagínate que tú hubieras tenido a tu papá cuando tenías mi edad. Sé que él falleció cuando tú tenías una vida muy corta y que mi abuela te crió sin ayuda muy a su manera. Me gustaría que pensaras en el escenario donde él sí hubiera estado, y él te hubiera guiado por la vida. ¿No crees que tendrías conflictos con él simplemente por el hecho de como era él y como eres tú? No me atrevo a decir que conocí a mi abuelo, pero como lo describes él era un genio, una persona con una inteligencia superior, muy discreto y con muy poca habilidad social. Tú en cambio, eres muy inteligente, como él, pero una de las personas más sociales que conozco. Tu lema es "los amigos son más importantes que el dinero", y lo demuestras constantemente a la familia. ¿No crees que ustedes habrían chocado? No creo que me trates mal, pero sólo creo que te puede ser difícil comprenderme porque nunca estuviste en mi lugar. Eso no lo hace tu culpa, es mía ya que yo no facilito la situación en lo absoluto, crecí toda mi secundaria y preparatoria intentando esconder mis actividades y logros de ti ya que no te sorprenderían, no es como si fuera capitán del equipo de basketball.
He pensado varias veces (demasiadas, diría yo) en pedirles (a tí y a mi mamá) que me lleven con un psicólogo porque siento cómo me apañan mis sentimientos. Sé que no debería sentirme así porque mis problemas no son nada en comparación a los del mundo, pero mis micro-problemas me han afectado más que de costumbre desde noviembre del año pasado, y cada vez noto que la mayoría de ellos empiezan en mi casa, contigo. Quiero ir al psicólogo porque no quiero dejar de quererte. Eres mi padre y por una magia que no logro comprender tenemos una mayor conexión que con cualquier otra persona en el mundo. Sé que los conflictos como los de hoy deben pasar para formarme como persona, pero me duele no encontrar la confianza en ti para resolverlos de manera directa. Heme aquí, escribiéndote en este blog que tú ni siquiera sabes que poseo, buscando la manera de pedirte perdón sin enfrentarme a tu persona.
Tú impones respeto. Más que cualquier persona que yo conozco. Pero he empezado a sentir esa imposición más como un miedo, me asusta platicar contigo por lo imponente que eres, por los logros que tienes y por el carácter inmenso que posees. No sé qué hacer, tengo 18 años y estoy en conflicto con el mundo. ¿Acaso todos pasamos por eso?
Te quiero y espero que puedas perdonar a la pequeña persona que escribió esto.
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