sábado, 20 de diciembre de 2014

Carolina.

El día de hoy llegó a mi la noticia de que falleciste alrededor de las 17:00 horas. Mi mamá y hermano, tristes nos comentaron a mi papá y a mi y siguieron en búsqueda de maneras de regresar a la ciudad de Guadalajara.

De seguro te preguntarás quién soy yo y porqué te estoy escribiendo. La primera pregunta no importa porque nunca nos conocimos, y por consecuente la segunda no tiene sentido, pero a lo largo de estas 48 horas he tenido la oportunidad de escuchar algunas cosas de ti y de tus compañeras de equipo y sentí que debía escribirte sin razón aparente, aunque sé que nunca lo leerás.

Antes que nada, te comparto lo mucho que me enoja el porqué de estos hechos. Me enoja el saber que el choque sucedió sin que tú pudieras hacer algo al respecto. Es más, tú estabas realizando lo que te tocaba hacer. Eras una estudiante destacada selección Jalisco femenil de básquetbol. Estabas en el camión junto a tu entrenadora, la asistente y tus compañeras de equipo rumbo a un torneo representándonos a todos.
¡Qué orgullo me da el saber que aún existen personas así! La combinación del descuido de tu chofer, más un poco de mala suerte nos llevó al lugar en dónde nos encontramos.

Mi hermano jamás perdió la fe. Siempre estuvo al tanto de ti, esperando que llegaras a recuperarte, y que pudieras volver a platicar con él, manteniendo la amistad que tenían desde hace tiempo. Mi madre lloraba, y lloraba en cuanto tu nombre llegaba a su mente, todos en mi casa rezábamos, y pedíamos por lo mejor para ti y tu familia.

Las cosas sucedieron de esta manera. Me entristece que así haya terminado algo que no debía terminar. La vida viene, se queda un instante y se va, te lleva a algún otro lugar, dejándonos a los que seguimos aquí con el corazón quebrado envueltos en tristes sentimientos.

A tus padres y familiares me gustaría darles fuerza para salir adelante, les pido que sigan rodeados de personas a las que pueden apoyarlos. No me imagino qué es lo que se puede llegar a sentir en estos difíciles momentos. Mi más sentido pésame.


Que en paz descanses, Carolina.

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