Cuando era niño, mis papás no fueron los más estrictos conmigo. Sí, tenía un set de reglas que sí tenía que respetar, pero son pocas las cosas que quise de pequeño y no tuve. Entre estas reglas se encuentran mi inhabilidad de salir con mis amigos el domingo, avisar a qué hora llego a mi casa y la que más le llama la atención a tooooodos mis amigos y amigas: No podía ver televisión abierta.
Yo nunca fui un niño rebelde, y pues teniendo la televisión de paga, videojuegos e Internet jamás sentí ni siquiera curiosidad de pasearme por Canal 5, TV Azteca o el Canal de las Estrellas. Y pues en general fui un niño que no vio mucha televisión. Todavía hasta el día de hoy cuando mis amigos hablan de las mil caricaturas de nuestros tiempos muchas veces me quedo callado por no tener nada que decir. Pero algo que sí jamás vi, fue una novela mexicana.
Y pues sí, en retrospectiva, agradezco que no las viera de niño, son producciones de muy baja calidad, que al final del día no me hubieran dado ninguna experiencia relevante a mi corta edad. Historias sin forma que iban evolucionando con las reacciones del público, producciones de 8 horas con post-producciones de 4 para poder salir a tiempo, claro que no puedes esperar un contenido de alta calidad bajo esas condiciones.
Pero pues siempre he sabido que soy un outlier en cuanto a esto, soy un chavo que pasaba su tiempo libre en Club Penguin cuando el usar el Internet te bloqueaba el teléfono. Pero pues el mexicano promedio sí ve televisión. De hecho el 96% de los mexicanos dicen tener una tele. Y pues por difícil que sea de creer, no lo veo imposible. En promedio hay 2 (DOS) televisiones por hogar en México, y casi el 50% de la población consume exclusivamente lo que conocemos como "tele abierta", y esta se encuentra plagada de novelas.
Entonces, tenemos un medio que es utilizado por virtualmente toda la población 2 horas al día y donde la mitad van a ver uno de los 7 canales que ofrecen en este lindo país, espero que ya puedan imaginarse la cantidad de poder que tienen estos 7 canales sobre los mexicanos. Y pues como dice el buen Spider-Man: "Con gran poder, viene una gran responsabilidad", estos canales deberían tener cuidado con el contenido que comparten, al final del día ayudan a formar la mentalidad de millones de personas, y aunque creí que todo estaba perdido al enterarme de estos datos, bueno, quizás siempre no...
Y se preguntarán, ¿Por qué Gera, que está diciendo que no sabe nada del tema, está escribiendo de novelas aquí? Pues verán, el otro día estaba en TikTok, porque me creo bien Centennial y de la nada me sale un pedazo de episodio de una novela que se llamaba Mi Marido Tiene Más Familia, y en este video salían 2 chavos hombres declarándose su amor, en televisión nacional, abierta y a horario de 8:30 pm. Fue ahí donde descubrí que existía un fenómeno en el Canal de Las Estrellas llamado Aristemo. Y digo, vi un (1) video de treinta (30) segundos, no tenía mucha esperanza, pero decidí investigar tantito y WOW, son populares. Pasaron de ser 2 personajes híper-secundarios a principales de la novela a ganarse una serie spin off de sus personajes.
¡Me puso feliz! Porque por primera vez había representación LGBT aceptada y apreciada en TELEVISIÓN NACIONAL en MÉXICO. Y los actores aman a sus personajes, se la viven aceptando premios populares y apoyando a esta causa. Joaquín Bondoni y Emilio Osorio (Hijo de Niurka TM) son dos chavos de 16 años que tienen la dicha de llevar a la luz estos temas a los hogares mexicanos, y creo que lo hacen muy bien y sin darse cuenta del mega impacto que pueden llegar a causar. Fueron el primer beso gay en la historia de la televisión mexicana, su novela es la primera en años que es aclamada internacionalmente, y mayormente es gracias a la historia que cuentan Aris y Temo.
Al parecer sus participaciones en televisión se encuentran en un hiatus, pero considerando su grado de popularidad, no me sorprendería que volvieran a aparecer pronto en alguna otra producción. Fue bonito ver cómo se volvían Trending Topic Mundial y en México todas las noches que salía un episodio. Leer testimonios en redes de cómo los personajes han inspirado a tantos jóvenes mexicanos a ser honestos de quién son con ellos mismos y su familia. Ver a un fandom (que a veces si es tantito intenso y a mal) buscando que ganen más reconocimientos, que ganen el Kid Choice Award de Nickelodeon de mejor SHIP. Me dio tantita esperanza.
Yo espero que vuelvan, y que sigan siendo un faro de inclusión en los mares de la televisión mexicana. Que sí sigan con sus personajes, que sí sigan siendo populares, que sí sigan interpretando situaciones reales que viven los chavos LGBT en México y que más importante, provoquen que haya más parejas del mismo género en televisión, que sigan normalizando algo que ya debería serlo y que ayuden a entender a más y más personas que es lo más importante es escuchar al corazón porque el corazón nunca se equivoca.
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